Alegrías de jardín

Los jardines forman parte de mi vida. Desde que mi memoria alcanza me han gustado los paseos por el campo, las flores y las fragancias que cada una de ellas nos regalan. Ambientes que me llenan de felicidad y en los que me recreo todo el año. Ventanas de alegría, de color, de olor que comparto con otros seres vivos: pájaros, abejas, sapos… Todos juntos hacemos el jardín.

He heredado de mi madre la afición por las plantas, esas que con mimo cuidaba, regaba y trasplantaba en el patio de casa, y también de los largos paseos con mi padre cuando me recogía del colegio y me llevaba por los caminos de tierra de la campiña Cordobesa. Aunque han pasado muchos años, guardo maravillosos recuerdos y sobre esos recuerdos he seguido construyendo ilusiones.

Mi jardín y huerto en todo su esplendor veraniego.

El gran paso

En Febrero de 2001, compramos nuestra casita con jardín en el campo. Esa misma primavera me vi sorprendida por flores que la anterior dueña de la casa había cultivado con delicadeza, una herencia inesperada que sigo disfrutando hasta el día de hoy.

Pocos años después, en 2006, abrimos el taller. Originalmente plantamos 180 plantas de lavanda que pasados 12 años se volvieron leñosas y se secaron, y hubo que arrancarlas. Fue el momento de replantearnos qué hacíamos con el espacio.

No soy más que una entusiasta de las flores y todo mi afán es cultivar para posteriormente decorar la tienda y así disfrutar de las plantas y flores tanto dentro como fuera.

Vivimos en la zona de la cara norte de la Sierra de Guadarrama, que forma parte del sistema central. El clima aquí es mediterráneo de interior, con inviernos muy fríos (incluso con intensas nevadas) y veranos con clima extremo, con noches templadas y mediodías con exceso de calor. A priori no parecerían las condiciones más idóneas para hacer un jardín. Pero con agua y conocimiento de la vegetación de la zona, se puede conseguir.

El actual proyecto de nuestro jardín comenzó en marzo de 2019. Desde el año pasado, trazo bocetos y planos de la colocación de las plantas para, llegada la hora de floración, poder disfrutar del tapiz que tengo bordado en mi imaginación.

Un croquis es fundamental para la colocación de las plantas y sirve de referencia para realizar variaciones de año en año.

Antes de la plantación

A continuación, detallo las principales consideraciones que suelo tener en cuenta:

• Sol, sombra o semisombra. Es conveniente saber este dato ya que si ponemos una planta de sombra a pleno sol, es probable que no aguante.
• Altura de la variedad. Dos veces al año nuestra zona se ve azotada por fuertes vientos. Por eso conviene poner la de mayor envergadura pegada a la pared para poder sujetarla en periodos de vientos. Encontrarte las plantas de tallo largo tiradas al suelo no es un plato de buen gusto.
• Color. Me gustan los colores llamativos he intento hacer escala de colores para que haya equilibrio y armonía.
• Riego. Aunque haya riego automático, no todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua, por lo que hay que estar pendiente de las variedades que necesitan un poco más de agua.
• Abonado. Muy importante para obtener una floración adecuada con colores intensos. Es recomendable un abono orgánico.

Aquilegia, cosmos en flor, muscaris y fritillaria meleagris.

Os detallo las plantas que forman parte de mi jardín 

Empezando por arriba y de izquierda a derecha: Aster con mariposa, rudbeckia, rosa, lilium, dalia bora bora y una amiga mantis.

Algunos enemigos

También es importante tener en cuenta las adversidades que se pueden presentar y con los que debemos trabajar:

• Topillos. Este año se han dado un festín con todos mis bulbos. Aunque me ha dado mucha rabia, opto por intentar disuadirlos y evito utilizar venenos.
• Caracoles. Utilizo vinagre para evitar que se coman las hojas tiernas. De esta manera, se siguen reproduciendo y llegado el mes de julio, como buena cordobesa, los recolecto y me hago una buena olla de caracoles ecológicos.
• Viento. Las variedades altas tienen mayor riesgo de ser tumbadas al suelo. Ubicando estas variedades en lugares protegidos o con fijación puede evitar algún disgusto.
• Alergias. Tengo la piel sensible. Con ciertas variedades, el roce me provoca manchas. Un pequeño sacrificio por hacer algo que me gusta. Lavo bien mi cara con mis jabones, lavanda, oliva al aloe vera o romero  y en unos días, han desaparecido.

La decoración de la tienda con arreglos florales es otra satisfacción que me da mi jardín.

Tareas de abril

Si quieres ver tu jardín exuberante en verano te recomiendo que emplees un poco de tiempo en las siguientes tareas.

• Realizar la siembra de plantas de temporada; petunias, targetes, margaritas, zinnias, cosmos, agerantum…
• Aplicar abono orgánico por todo el jardín.
• Revisar el riego sino se producen lluvias.
• Podar y eliminar los chupones del rosal, limpiar y acolchar la base.
• Plantar bulbos que florecerán en verano, como dalias, gladiolos, calas, cañas indias, amaryllis, hemerocallis, azucenas…
• En abril, las vivaces se pueden multiplicar por división de matas.
• Plantar los semilleros con las variedades que cultivarás en tu huerto.

Limpieza y orden

No olvidéis limpiar y desinfectar las herramientas que utilicéis, es importante, sobre todo las tijeras y herramientas como palas, palote, azuela, trasplantador… puedes trasmitir enfermedades de unas plantas a otras

Jabones recomendados

Tras las tareas del jardín recomiendo limpiar bien nuestras manos con jabón. Suelo utilizar el jabón de romero, oliva al aloe vera, o argán que es exfoliante…si tengo que limpiar en profundidad y algunas veces ayudada de mi cepillo.

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Semillas para la cuarentena

Os animamos a que planten las semillas de frutas o legumbres que tengan en casa. Se puede hacer pequeños planteles con tierra prestada de alguna maceta de casa de semillas de manzana, melon, sandía, tomate, aguacate... Si no tenéis tierra, prueba directamente en agua. De chica me encantaba observar como una semilla de aguacate pinchada con tres palillos que mi madre ponía en remojo en un vaso de agua en la ventana de la cocina se convertía en planta. Son días perfectos para pensar, para aprender, para ser creativos.