Es tiempo de cuidarnos

Desde que tengo memoria, no se me ocurre un acontecimiento semejante al que nos estamos enfrentando desde hace unas semanas. En estos días, desde mi taller de elaboración, desde mi casa, me he preguntado cómo podría contribuir a la serenidad, a mejorar la vida de las personas que leen este blog desde el confinamiento en sus casas. Siento que, más que nunca, estamos todos obligados a compartir conocimientos, a tomar responsabilidad como individuos en una sociedad asustada ante la incertidumbre de esta pandemia que estamos viviendo. Una oportunidad para la reflexión, para la solidaridad, para parar y prestar atención a esas cosas y gestos que tantas veces pasan desapercibidos, por considerarlos pequeños e insignificantes.

Aprovechemos al máximo esta oportunidad de disfrutar nuestro hogar.

Rituales conscientes

Ahora que tenemos una tregua, es la oportunidad. ¿Cuántas veces habremos dicho, ´si tuviera tiempo para estar en casa haría…’?

Puede que hoy haya llegado ese momento, tiempo de cuidarse y dedicarse a uno mismo. Sólo desde ahí estaremos en condiciones de ayudar a los demás. Usar ese tiempo adicional que normalmente no tenemos, tiempo que nos roba la cola interminable del supermercado, el trafico al volver a casa, el recoger los niños del cole, y otras tareas que surgen cada día y limitan enormemente la disposición de nuestro tiempo.

A continuación os detallo un ritual que me gusta mucho y que se puede realizar a diario sin salir de casa:

Con unas gotas de infusión ecológica de manzanilla y aceite de oliva virgen extra nos hacemos una limpieza de cara casera y refrescante.

Después de un largo día de trabajo, me gusta llegar a casa, cambiarme, ponerme cómoda y eliminar de mi cutis cualquier resto de maquillaje. Hago una manzanilla ecológica concentrada y, una vez que se ha enfriado, la aplico con un algodón de desmaquillar. A continuación, en el mismo algodón, pongo unas gotas de aceite de oliva virgen extra (yo tengo la piel muy seca y sensible) y con mucha suavidad empiezo a eliminar restos de máscara de pestañas, sombras de ojos. Este ritual me deja la piel con una sensación de frescura y limpieza. La manzanilla ecológica se puede aprovechar máximo unos dos o tres días. Tras limpiar tranquilamente y con esmero todo mi rostro, me lavo la cara con jabón de rosa mosqueta. 

Hago este ritual con toda la consciencia posible, concentrada en cada gesto, lentamente, sintiendo el momento.

¡Me encantaría saber si lo han probado y saber los resultados, vuestra experiencia y vuestros propios trucos o consejos!

Un aceite para cada tipo de piel

En esta limpieza con manzanilla y aceite es importante que cada una de nosotras elija el aceite adecuado para su tipo de piel.

Como he comentado antes, utilizo el aceite de oliva virgen extra para mi limpieza con manzanilla porque tengo la piel muy, muy  seca y a mí no me obstruye el poro. Abajo clasifico los aceites comedogénicos y no comedogénicos para que busques el que mejor te vaya.

El término comedogénico se refiere a un producto que produce imperfecciones conocidas como puntos negros. La textura que no obstruye los poros de la piel se conoce como no-comedogénica.

Los aceites comedogénicos pueden obstruir los poros. Cuando se obstruyen es más fácil que aparezca acné, ya que las bacterias crecen en el folículo y conducen a la inflamación u obstrucción del poro. Por ese motivo no es adecuado para pieles grasas.

Los aceites de rosa mosqueta, argán y almendras dulces están indicados para todo tipo de pieles.

Jabones recomendados

Los jabones de zanahoria, caléndula, y rosa mosqueta están formulados para mantener nuestro rostro limpio y luminoso. Son jabones muy nutritivos que recomendamos para pieles extremadamente sensibles y secas.

Los jabones de romero, oliva al aloe vera, caléndula, lavanda y argán contienen ingredientes reguladores, que recomendamos para pieles más grasas.

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Estemos pendientes de nuestros mayores

En estos días el colectivo de personas mayores está especialmente sensible a la la amenaza del COVID-19. Aunque la experiencia y responsabilidad pueda disimular fortaleza por fuera, por dentro somos todos personas y a todos nos gusta que alguien esté pendientes de nosotros. Os animo a que llamen a alguna persona mayor; nuestros padres o abuelos, los padres o abuelos de un amigo, un vecino o vecina, etc. Solo con preguntar "¿Como está? ¿Se encuentra bien? hace un mundo de diferencia!