Ruralización
Del dicho al hecho: Mi experiencia viviendo en el campo.
En los últimos meses hemos escuchado historias desesperantes del confinamiento en grandes urbes como Madrid y Barcelona. Como consecuencia, algunas personas hablan de buscar calidad de vida en zonas menos pobladas. El tele-trabajo se ha impuesto y está aquí para quedarse. Se habla de ruralización.
Paisajes de la campiña segoviana. Mojón de la actual carretera SGP-2322
Mucha gente me dice que le encantaría vivir en el campo. Encantaría, palabra condicional simple pospretérito que viene a expresar una acción hipotética en el presente o en el futuro. Esto me sugiere que las probabilidades de que lo hagan serán pocas. Ojalá me equivoque, pero ya no soy mocita, y la experiencia me ha enseñado que los que hacen las cosas, las hacen y luego las cuentan. Entiendo que no parece una elección fácil si uno tiene su vida hecha en la ciudad, pero si lo deseas de verdad, es posible. Nunca es tarde para perseguir y conseguir los sueños. Mientras tanto se vive de la ilusión que genera su preparación.
Las verduritas que de la huerta son un manjar.
Del dicho al hecho
Nuestra historia particular empezó con el disfrute de una casita en fin de semana. Llegábamos el viernes por la tarde y regresábamos a Madrid el domingo por la tarde. Llegaba el domingo y pensábamos, “qué pereza volver a Madrid, con lo a gusto que estamos aquí.” Los largos atascos en hora punta nos forzaron a reconsiderar nuestros horarios. Para evitar atasco a la salida y disfrutar el viernes por la tarde, salíamos el viernes por la mañana. Pronto decidimos volver el lunes a primera hora. De esta manera evitamos romper el ritmo tranquilo del domingo y estirar lo máximo posible el disfrute de lo que estaba quedando claro que era nuestro verdadero hogar. Ya estaba decidido.
Paseos de verano. Vista de prado cegado y palomar
No solo fue hacer las maletas y cambiar de casa, si no reestructurar toda lo que en ese momento era nuestra vida. Fue un cambio meditado y hecho a conciencia. Menos consumo, menos información no deseada, menos comida procesada, menos medicamentos. Un cambio de hábitos hecho tranquilamente… poco a poco, hacia una buena alimentación, una vida saludable y de transformación a nivel personal.
Abandonamos muchos hábitos que en la ciudad teníamos a diario y nos dimos cuenta que eran totalmente prescindibles. Aprendi a escuchar mi cuerpo, a dedicarme más a las pequeñas cosas que me hacen feliz y a definirme como persona.
Algunos se echan las manos a la cabeza cuando les digo que no hay inconvenientes en cuestión de colegios, médico o compras… “Todo te pilla muy lejos”, me comentan. Puede que tengamos algo más de distancia hasta un centro médico pero se llega sin un semáforo en el camino. En toda la provincia tenemos un sistema sanitario excelente y con centro de salud que viene a visitar 1 vez por semana, urgencias 24 horas en un pueblo cercano.
Mis jardines me permiten disfrutar preparando ramos de flores para colocar en casa y en la tienda.
Hacer la compra en los pueblos cercanos es una maravilla tanto en las vistas del paseo como en la charla tranquila con los productores y vendedores locales, sin prisas y sin atascos. Para mí no tiene precio.
Los colegios públicos están en pueblos cercanos donde tardas poco en llegar sin atascos y sin problemas de aparcamiento para dejar a tus hijos. También hay servicio de autobuses de colegio. Si optas por educación privada, la puedes encontrar en la capital más cercana.
En los meses de invierno, no para de funcionar el horno de leña.
Checklist
Para los que están considerando cambiar de vida, a continuación hago una lista de cosas imprescindibles a tener en cuenta, todas basadas en nuestra experiencia:
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Tener una pareja o acompañante con deseos o inquietudes similares. Como en cualquier proyecto, el apoyo de los socios es clave. Tanto Pablo como yo tenemos la suerte de complementarnos y adaptarnos a la vida de campo sin problemas. El campo nos aporta la creatividad y la perspectiva para desarrollar nuestro trabajo, y descubrir juntos pasiones ocultas. Desarrollarlas juntos, nos ha brindado la oportunidad de seguir enriqueciéndonos de una vida de campo que nunca deja de enseñarte.
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Tener en cuenta lo que vas a dejar atrás. La verdad es que no nos costó mucho dejar la ciudad para venir a vivir al campo. Cuando solo llevas unas horas empiezas a darte cuenta y a percibir el ansiado silencio, el aire puro que respiras y por último, nada de contaminación lumínica. El verdadero lujo lo encuentro en las sensaciones que te aportan y las tres juntas son un sueño.
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Imaginarte todos los aspectos del futuro que te espera: economía, educación de los niños, vida social…
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Los cambios conllevan adaptaciones de comportamiento y tiempos, costumbres. Somos seres humanos e igual que todo proceso natural, hay que acostumbrarse al nuevo entorno que nos rodea.
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Realizar una transición medida. Probar antes con unas vacaciones, unos meses, etc. Para nosotros, los fines de semana se fueron convirtiendo en tres días, luego cuatro, y pronto estábamos pasando más tiempo en nuestra segunda residencia.
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Dejar las puertas abiertas. Tener capacidad de celebrar el acierto, o rectificar la equivocación.
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Respetar las costumbres y funcionamiento del lugar. Informarse de la “mecánica” del lugar para facilitar la integración. Tenemos que acostumbrarnos al lugar y no el lugar a nosotros, por lo que debemos tener en cuenta que algunas costumbres no tienen lugar en nuestro nuevo entorno. Así se disfruta más de la experiencia.
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Imprescindible tener vehículo propio.
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Imprescindible tener conexión rápida de internet.
- Desconectar. Actualmente es muy difícil, pero se puede. En nuestra casa de campo nunca ha entrado una televisión ni un microondas. La televisión actual la considero una trampa invasora que, sin darnos cuenta, nos contamina.
Antiguo camino Puente Misa
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Los que vivimos en el campo nos encanta, y nos quedamos con sus beneficios. Hoy día mi vida gira entorno a una decisión que tome junto a mi marido hace ya 20 años. Una decisión que, ademas, impulsó este proyecto. Si tuviera que definir un momento perfecto en el campo, este puede ser plantar bulbos en mi jardín junto a mi marido y acompañada de mis felinos y disfrutando del silencio y los aromas a pan recién horneado y a la chimenea. En verano me chifla llegar a casa, tomarme una cervecita helada mientras preparo una ensalada con las verduras de mi huerto. De momento hay calidad de vida y lugar para todos. Animo a los que lo estáis considerando.
2 comentarios
Sinceras felicitaciones. Me ha encantado la web y vuestro pueblo. Acabo de veros en CyLTV, con Miryam Garcia. Pronto haré mi pedido :)
Me ha gustado mucho. Supe de tí hace unos años en una entrevista de Telva,donde explicabas la razón del nombre de tus jabones. No he ido pero tienes una tienda preciosa y cómo cuidas los detalles.