Destilación de la lavanda, en busca de la esencia
Por Amelia Pérez
Destilación Casera de Lavanda: Un Viaje Aromático.
Cada verano desde hace años, aprovechamos la floración de nuestras plantas de lavanda para destilar y así obtener hidrolato esencial. El proceso de evaporación por calor y posterior condensación por frio mediante un alambique nos sirve de I+D, complementando nuestra actividad de elaboración de jabones artesanos.
En nuestra tienda-taller de Santiuste de Pedraza, Segovia, tenemos plantada la variedad lavanda angustifolia que tiene su floración entre julio y agosto, y dura aproximadamente un mes. Este año nos hemos visto obligados a retrasar el proceso algunas semanas debido a las altas temperaturas, pero no hemos podido resistir aprovechar una estupenda cosecha.
Nuestra intención es destilar la lavanda para obtener el hidrolato con aceite esencial (hidrosol).
Un hidrolato (o agua de destilación o agua aromática) es un producto acuoso de condensación obtenido tras la destilación de una materia prima natural (lavanda), generalmente vegetal, que queda tras la destilación al vapor.
Aunque usada regularmente en descripciones de productos y artículos de belleza, la palabra hidrolato no es reconocida por La Real Academia Española y deriva del francés ‘hydrolat’. Las aguas florales, obtenidas de las flores, como el agua de rosas, también forman parte de los hidrolatos.
El proceso
1. La poda
Todo comienza de madrugada, cuando la planta está fresquita y guarda una mayor concentración de aroma. Azadón en mano, sacamos la lavanda con tallo y vamos llenando la carretilla. Posteriormente, separamos la lavanda que vamos a usar para decorar y vamos haciendo ataditos para colgar a secar.
2. Preparación del alambique
Nuestro alambique es de 40 litros. Es un alambique pequeño en comparación con los empleados en la extracción profesional de esencia. Para obtener una 15ml de aceite esencial de lavanda se requiere aproximadamente 1,4 kg de lavanda fresca en rama.
Lo primero que hacemos es llenar la caldera de agua. Nos aseguramos que el circuito de refrigeración funciona correctamente. Este se compone de un condensador, o un depósito de cobre lleno de agua que tiene como función refrigerar el agua que rodea el serpentín que provoca la condensación del vapor generado por la caldera. Por la parte inferior del condensador se introduce agua fresca mediante un circuito de refrigeración impulsado por una pequeña bomba de agua que llena el depósito por abajo y lo vacía por un conducto en la parte superior que expulsa el agua caliente a otro recipiente.
A diferencia de los alambiques de destilación de alcohol, los utilizados para la destilación de aceites esenciales tienen un depósito entre la caldera y la cúpula donde se deposita las plantas aromáticas, tallos u hojas que vamos a destilar.
En nuestro caso lo llenamos de 1,75 kg. de ramas de lavanda en flor, cortadas para facilitar su introducción en el depósito. Una vez lleno, tapamos con la cúpula y completamos el circuito entre la cúpula y el serpentín con el “cuello de cisne”. Todo listo para encender el fuego de la caldera.
El último paso antes de comenzar la destilación es cerrar cualquier posible fuga por donde se pueda escapar el vapor que contiene nuestro preciado hidrolato esencial. Para ello tenemos preparado unos 150 gr. de masa de pan que aplicamos a las juntas del alambique. Al irse calentando el alambique, la masa expande, tapando cualquier fuga de vapor.
3. La destilación
Pasados unos 15-20 minutos se empieza a percibir un rico aroma a lavanda en el ambiente. Estamos atentos a que nuestra damajuana se vaya llenando, gota a gota, de hidrolato esencial. Durante este proceso podemos emplear nuestra atención en cualquier otra activad, siempre que comprobemos que el agua del condensador siempre esté fresquita para que se complete la destilación.
4. El hidrolato
Para llenar nuestra damajuana han pasado unas dos horas desde que ha empezado la destilación. Sí nos fijamos con detalle en la superficie del hidrolato, observamos que la parte superior, de aproximadamente 1mm, es más oscuro, este es el aceite esencial. La física se ocupa de separar los líquidos ya que la densidad del aceite es inferior al del agua. Esto nos confirma la cantidad tremenda de lavanda necesaria para extraer unas pocas gotas de aceite esencial.
El hidrolato de lavanda tiene efectos calmantes, está recomendado para pieles sensibles y pieles reactivas, también en cualquier tipo de piel después del afeitado o la depilación.
Por la noche, me encanta aplicarme el hidrolato en la cara con un algodón igual que la infusión de manzanilla que voy alternando según el día. Puede leer sobre la rutina de la manzanilla en nuestro articulo Es tiempo de cuidarnos.
Tras limpiar tranquilamente y con esmero todo mi rostro, me lavo la cara con cualquiera de los jabones naturales recomendados a continuación.
Nuestras recomendaciónes
El jabón de lavanda, el jabón de zanahoria, el jabón de oliva al aloe vera, el jabón de caléndula, y el jabón de rosa mosqueta están formulados para mantener nuestro rostro limpio y luminoso. Son jabones muy nutritivos que recomendamos para pieles extremadamente sensibles y secas.
El jabón de romero, el jabón de oliva al aloe vera, el jabón de caléndula, el jabón de lavanda y el jabón de argán contienen ingredientes reguladores, que recomendamos para pieles más grasas.
4 comentarios
Gracias por sus comentarios. Por la zona se pueden comprar los planteles en El Ejidillo, tienen vivero en Valdesimonte, Segovia.
https://www.ejidillo.com
Gracias Amelia, por tan buena explicación tengo una pequeña parcela y la plantaría de Lavanda, sabes donde podría adquirir la simiente, ¿sí es que se reproduce con simiente?
Gracias
Pepe
Gracias por tan buena explicación con imágenes incluidas, ha sido todo un aprendizaje.
Maravilloso vuestro trabajo. Desde Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. Enorme abrazo y ansío conocer vuestro espacio de trabajo.