La rutina (imprescindible) de la belleza que funciona.

Por Amelia Pérez
 

La rutina, tan denostada y evitada por ser sinónimo de aburrimiento, adquiere categoría de imprescindible cuando hablamos de belleza. Y es que adquirir buenos hábitos a diario y ser constantes en los cuidados son tareas fundamentales a la hora de conseguir una piel visiblemente luminosa y radiante.

En mi caso, por ejemplo, me gusta limpiar la piel en profundidad a diario. Lo hago siempre con productos naturales porque nuestra piel absorbe todo lo que nos aplicamos, por eso es importante nutrirla con los mejores ingredientes, tal y como hacemos con la alimentación cada día. Siempre me he maquillado muy poco, y menos desde que estamos obligados a llevar mascarilla, aun así, hago una limpieza profunda a diario y siempre por la tarde/noche.

 

Para mi piel los tres pasos importantes a seguir son: un nutritivo jabón, un buen tónico y un hidratante natural.

  

Los tres pasos que funcionan.

Paso 1.
Limpiar bien la piel.

Comienzo empapando un algodón o toallita en infusión de manzanilla o maceración de arroz, a la que agrego unas gotitas de aceite de almendras, oliva o jojoba. Limpio bien el rostro de impurezas, masajeando al mismo tiempo que limpio y deleitándome con el aroma de la manzanilla.

 

Un Jabón natural de Rosa Mosqueta encima de toallita blanca y un tarrito cristal de manzanilla.

Jabón de Rosa Mosqueta y Manzanilla.

 

Paso 2.
Lavar la cara con jabón natural.

A continuación, me lavo la cara con nuestro jabón de rosa mosqueta. Es un jabón muy recomendable para la piel del rostro ya que contiene germen de trigo, aceite de jojoba, aceite de oliva virgen extra y mi preciada manteca de cacao, ingredientes muy nutritivos que dejan la piel tersa y suave. Por ejemplo, el aceite de oliva es uno de los mejores humectantes naturales para la piel y tiene un nivel muy elevado de tocoferoles, que son muy benficiosos para nuestra piel. Al lavado con jabón, le dedico unos minutos, masajeando tranquilamente la piel con los dedos en movimientos circulares. Reparto el jabón por todo el rostro haciendo especial rotación en la zona “T”. Una vez bien limpio todo el rostro, retiro el jabón con abundante agua fresca. Siempre tengo especial cuidado de que el jabón no entre en los ojos.

 

 

Botellitas de aceites naturales encima de una roca

El aceite de rosa mosqueta, el aceite de almendras y el aceite de oliva son recomendables para hidratar bien la piel después de una limpieza.

 

Paso 3.
Hidratar la piel con aceite esencial.

Como ya sabéis, nuestros jabones, además de limpiar, hidratan. Pero en muchas ocasiones es necesaria una dosis extra de hidratación; a mí me gusta hacerlo con aceite. Soy partidaria de usar aceites naturales específicos para cada tipo de piel. En mi caso, al tener la piel muy seca, me van muy bien el aceite de rosa mosqueta, el de jojoba o también el aceite de almendras dulce. Cualquiera de ellos me deja la piel muy nutrida. Los aceites siempre los compro en mi herbolario de confianza.

 

Amelia Perez absorbiendo la vitamina D del sol de invierno

No se hacen esperar los resultados, después de llevar a cabo la rutina de los tres pasos,

 

Los resultados, después de llevar a cabo la rutina de los tres pasos, no se hacen esperar. En una semana tendrás la piel luminosa y bien nutrida. Combinando estas sugerencias con una dieta equilibrada y rica en alimentos naturales, estarás construyendo una buena base para una vida saludable y para una piel radiante.

 

 

 

Una toalla blanca y jabón natural de Rosa Mosqueta encima de una roca

 

 

Recomendamos:

Jabón de Rosa Mosqueta

Gracias a sus propiedades antioxidante, utilizado a diario la piel rejuvenece y el rostro se muestra mucho más luminoso. Su cremosa espuma refresca y perfuma maravillosamente la piel. 

 

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Les espero en mi próximo post: 

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